LITURGIA DE LAS HORAS

 tamaño: A A A

HORA TERCIA


INVOCACIÓN INICIAL


V. Dios mío, ven en mi auxilio

R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.


Himno: EL TRABAJO, SEÑOR, DE CADA DÍA


El trabajo, Señor, de cada día

nos sea por tu amor santificado,

convierte su dolor en alegría

de amor, que para dar tú nos has dado.


Paciente y larga es nuestra tarea

en la noche oscura del amor que espera;

dulce huésped del alma, al que flaquea

dale tu luz, tu fuerza que aligera.


En el alto gozoso del camino,

demos gracias a Dios, que nos concede

la esperanza sin fin del don divino;

todo lo puede en él quien nada puede. Amén.


SALMODIA


Ant 1. Hoy es el nacimiento de santa María Virgen, cuya existencia gloriosa ilumina a toda la Iglesia.


Salmo 118, 113-120


Detesto a los inconstantes

y amo tu voluntad;

tú eres mi refugio y mi escudo,

yo espero en tu palabra;

apartaos de mí los perversos,

y cumpliré tus mandatos, Dios mío.


Sosténme con tu promesa y viviré,

que no quede frustrada mi esperanza;

dame apoyo y estaré a salvo,

me fijaré en tus leyes sin cesar;

desprecias a los que se desvían de tus decretos,

sus proyectos son engaño.


Tienes por escoria a los malvados,

por eso amo tus preceptos;

mi carne se estremece con tu temor,

y respeto tus mandamientos.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


Salmo 78, 1-5. 8-11. 13 - LAMENTACIÓN ANTE LA DESTRUCCIÓN DE JERUSALÉN


Dios mío, los gentiles han entrado en tu heredad,

han profanado tu santo templo,

han reducido Jerusalén a ruinas.


Echaron los cadáveres de tus siervos

en pasto a las aves del cielo,

y la carne de tus fieles

a las fieras de la tierra,


Derramaron su sangre como agua

en torno a Jerusalén,

y nadie la enterraba.


Fuimos el escarnio de nuestros vecinos,

la irrisión y la burla de los que nos rodean.


¿Hasta cuándo, Señor?

¿Vas a estar siempre enojado?

¿Va a arder como fuego tu cólera?


No recuerdes contra nosotros

las culpas de nuestros padres;

que tu compasión nos alcance pronto,

pues estamos agotados.


Socórrenos, Dios salvador nuestro,

por el honor de tu nombre;

líbranos y perdona nuestros pecados

a causa de tu nombre.


¿Por qué han de decir los gentiles:

«Dónde está su Dios»?

Que a nuestra vista conozcan los gentiles la venganza

de la sangre de tus siervos derramada.


Llegue a tu presencia el gemido del cautivo:

con tu brazo poderoso, salva a los condenados a muerte.


Mientras, nosotros, pueblo tuyo,

ovejas de tu rebaño,

te daremos gracias siempre,

cantaremos tus alabanzas

de generación en generación.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


Salmo 79 - VEN A VISITAR TU VIÑA


Pastor de Israel, escucha,

tú que guías a José como a un rebaño;

tú que te sientas sobre querubines, resplandece

ante Efraím, Benjamín y Manasés;

despierta tu poder y ven a salvarnos.


¡Oh Dios!, restáuranos,

que brille tu rostro y nos salve.


Señor Dios de los ejércitos,

¿hasta cuándo estarás airado

mientras tu pueblo te suplica?


Le diste a comer llanto,

a beber lágrimas a tragos;

nos entregaste a las disputas de nuestros vecinos,

nuestros enemigos se burlan de nosotros.


Dios de los ejércitos, restáuranos,

que brille tu rostro y nos salve.


Sacaste una vid de Egipto,

expulsaste a los gentiles, y la trasplantaste;

le preparaste el terreno y echó raíces

hasta llenar el país;


su sombra cubría las montañas,

y sus pámpanos, los cedros altísimos;

extendió sus sarmientos hasta el mar,

y sus brotes hasta el Gran Río.


¿Por qué has derribado su cerca

para que la saqueen los viandantes,

la pisoteen los jabalíes

y se la coman las alimañas?


Dios de los ejércitos, vuélvete:

mira desde el cielo, fíjate,

ven a visitar tu viña,

la cepa que tu diestra plantó,

y que tú hiciste vigorosa.


La han talado y le han prendido fuego:

con un bramido hazlos perecer.

Que tu mano proteja a tu escogido,

al hombre que tú fortaleciste.

No nos alejaremos de ti:

danos vida, para que invoquemos tu nombre.


Señor Dios de los ejércitos, restáuranos,

que brille tu rostro y nos salve.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


Ant. Hoy es el nacimiento de santa María Virgen, cuya existencia gloriosa ilumina a toda la Iglesia.


LECTURA BREVE Ct 6, 9


¿Quién es esa que surge como el alba, hermosa como la luna y límpida como el sol, imponente como escuadrón a banderas desplegadas?


V. Dichosos los que escuchan la palabra de Dios.

R. Y la cumplen.


ORACIÓN


OREMOS,

Concede a tus siervos, Señor, el don de tu gracia, para que, a quienes recibimos las primicias de la salvación por la maternidad de la Virgen María, la fiesta anual de su nacimiento nos traiga aumento de paz. Por Cristo nuestro Señor.

Amén.


CONCLUSIÓN


V. Bendigamos al Señor.

R. Demos gracias a Dios.


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