Oración de la mañana del 2 de diciembre de 2022

Oración de la mañana

Señor Dios, nuestros corazones están llenos de alabanza y agradecimiento por tu promesa. Tú nos consuelas y ayudas cada día con esta promesa, haciendo que permanezcamos fieles en medio de toda angustia. Acuérdate de nosotros en estos tiempos, y permite que el clamor: «Hosanna», surja a menudo en nuestros corazones. Permite que una luz resplandeciente alumbre hoy como alguna vez dejaste que alumbrara alrededor del Señor Jesús, mostrándolo a él como Rey y Salvador. Protégenos y bendícenos; bendice a nuestro país y a todos los que son designados para gobernar. Que tu Espíritu esté con ellos, para que lleven a cabo tu voluntad. Porque tu voluntad se debe hacer y ciertamente se cumplirá. En esto confiamos y tenemos esperanza. Te alabamos, oh Señor nuestro Dios. ¡Hosanna! ¡Hosanna en las alturas! Amén.

Lectionary: 179

Primera lectura

Is 29, 17-24

Esto dice el Señor:

“¿Acaso no está el Líbano a punto de convertirse en un vergel y el vergel en un bosque?

Aquel día los sordos oirán las palabras de un libro; los ojos de los ciegos verán sin tinieblas ni oscuridad; los oprimidos volverán a alegrarse en el Señor

y los pobres se gozarán en el Santo de Israel; porque ya no habrá opresores y los altaneros habrán sido exterminados.

Serán aniquilados los que traman iniquidades, los que con sus palabras echan la culpa a los demás, los que tratan de enredar a los jueces y sin razón alguna hunden al justo”.


Esto dice a la casa de Jacob

el Señor que rescató a Abraham:

“Ya no se avergonzará Jacob,

ya no se demudará su rostro,

porque al ver mis acciones en medio de los suyos,

santificará mi nombre,

santificará al Santo de Jacob

y temerá al Dios de Israel.

Los extraviados de espíritu entrarán en razón

y los inconformes aceptarán la enseñanza”.


Palabra de Dios 


Salmo Responsorial

Sal 26, 1. 4. 13-14

R. (1a)  El Señor es mi luz y mi salvación.

El Señor es mi luz y mi salvación,

¿a quién voy a tenerle miedo?

El Señor es la defensa de mi vida,

¿quién podrá hacerme temblar?

R. El Señor es mi luz y mi salvación.


Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor

y estar continuamente en su presencia.

R. El Señor es mi luz y mi salvación.


La bondad del Señor espero ver

en esta misma vida.

Armate de valor y fortaleza

y en el Señor confía.

R. El Señor es mi luz y mi salvación.


Aclamación Antes del Evangelio

R. Aleluya, aleluya.


Ya viene el Señor, nuestro Dios, con todo su poder para iluminar los ojos de sus hijos.


R. Aleluya.


Evangelio

Mt 9, 27-31

Cuando Jesús salía de Cafarnaúm, lo siguieron dos ciegos, que gritaban: “¡Hijo de David, compadécete de nosotros!” Al entrar Jesús en la casa, se le acercaron los ciegos y Jesús les preguntó: “¿Creen que puedo hacerlo?” Ellos le contestaron: “Sí, Señor”. Entonces les tocó los ojos, diciendo: “Que se haga en ustedes conforme a su fe”. Y se les abrieron los ojos. Jesús les advirtió severamente: “Que nadie lo sepa”. Pero ellos, al salir, divulgaron su fama por toda la región


Palabra del Señor 


Los Cinco Minutos del Espíritu Santo


"Ven Espíritu Santo, para que pueda reconocer que mi vida vale la pena, que yo no existo por casualidad o por fatalidad. 

Ven y hazte presente en el preciso instante en que yo fui concebido.

Sopla con tu poder y llena de vida ese instante. Tócame y derrama toda tu potencia en el seno de mi madre. Penetra con tu bendición en el momento en que comencé a existir, lléname de vida, y enséñame a amar mi vida como tú la amas.

Ven Espíritu Santo, y ayúdame a descubrir que yo no existo porque sí; existo porque fui querido, fui amado y llamado a la vida por tu amor. En el momento de mi concepción estabas tú, presente con todo tu poder. Gracias. 

Ven Espíritu Santo, y bendice mi vida con tu mirada, ayúdame a sentir la fortaleza de tu presencia.

Amén."


Bendecido primer viernes del mes

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