Despierta con la confianza de que todas tus metas, sueños y proyectos van a culminar en bendición, si has puesto todo en las manos de Dios. Levántate dispuesto a luchar, a esforzarte y a dar todo lo mejor de ti, para cumplir tus propósitos. Y, si hay algo que no lo ves tan fácil, acude a Dios porque para Él, no hay nada imposible. “Jesús los miró y les contestó: —Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible.” (Mateo 19-26) Dios puede hacer las hazañas más increíbles, sanar enfermos, hacer brotar agua en un desierto, perdonar y salvar al pecador más malo y hasta transformar tu corazón. Solo tienes que ir a su encuentro y confiar en Él. ¡Inténtalo! Que tengas una maravillosa semana.
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