Padre mío, toma nuestra mano, guía cada uno de nuestros pasos y llévanos por caminos ciertos de conquistas, de triunfos, de bienestar y abundancia. Te suplico que no permitas que los obstáculos del camino me hagan rendir o claudicar en mis propósitos y que mi mente nunca olvide que detrás de cada prueba siempre aguarda una enorme bendición. Amén
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